Impertérrito, valiente, desafiando a quienes buscan dictarle una agenda, José Rafael Curruchiche ha sido calificado como el Fiscal de Hierro por quienes lo ven Constitución en mano defendiendo el estado de derecho, sus detractores lo vilipendian y quienes lo conocen lo aplauden.
José Rafael Curruchiche ha luchado contra las adversidades de la vida, (nacido en cuna humilde) desde siempre su sueño fue graduarse de abogado y notario, y lo logró, inició en el Ministerio Público sacando fotocopias, en esa época con los pocos recursos que percibía como salario logró graduarse de abogado y notario, antes de eso para poder costear su carrera fue árbitro de fútbol los fines de semana. Título en mano luchó por ascender y calificó como auxiliar fiscal.
Tiempo después es ascendido como Jefe de la Fiscalía contra la Impunidad, sin saber que iba a encontrarse conflictos políticos que rayaban la divisoria de la legalidad, sin temor alguno recaba evidencias y denuncias, creyendo que eso era políticamente legal en Guatemala, dejando al descubierto el más grande fraude electoral de los últimos tiempos, resulta que sus investigaciones tocan intereses donde está involucrada la comunidad internacional. De no haber investigado las anomalías del Partido Movimiento Semilla para su constitución y no demostrar que el actual partido de gobierno había cometido fraude para llegar al poder seguramente José Rafael Curruchiche pasaría desapercibido.
Si Rafael Currichiche defendiera al Movimiento Semilla seguramente fuera un héroe nacional, para algunos, “ le tocó bailar con la más fea” por pretender hacerle ver a la ciudadanía guatemalteca que se han burlado de su intención de elegir gobiernos decentes, el defender la institucionalidad del país en detrimento de quienes cometieron fraude le granjeó enemigos que no han escatimado esfuerzo y dinero para hacerlo ver como un villano, embajadores, diputados y cualquiera con acceso a una computadora y a un celular se han dedicado a criminalizarlo. Embajadores y diputados de España, Suecia, Suiza, Colombia, Venezuela y Estados Unidos, todos atados por el mismo lazo izquierdista que busca imponer sus ideas de colonización bajo el mismo objetivo de una agenda perversa para extinguir a la humanidad, se han unido para señalarlo tratando de debilitarlo y apropiarse de la voluntad de un hombre de maíz, que viene de las entrañas de la tierra y que ni siquiera muerto van a doblegar.
A Rafael Curruchiche la historia lo va a juzgar y con el paso de los años la gran mayoría va a reconocer que tuvo el suficiente valor e hidalguía para plantarle cara a políticos de una izquierda desfasada que enviaron a sus embajadores como perros hambrientos y babeantes a tratar de desequilibrarlo emocionalmente para que diera marcha atrás y dejara de investigar el robo electoral del siglo en Guatemala y que cerrara los ojos a la violación de niños y niñas por parte de quienes lucharon por instaurar un régimen de izquierda trasnochado que hoy representa en la nación guatemalteca Bernardo Arévalo de León.
La historia va a absolver al Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario José Rafael Curruchiche, cuando los años pasen más de uno buscará levantar un monumento al más grande fiscal contra la impunidad que ha tenido Guatemala, mientras tanto y parafraseando a un autor anónimo, “Los perros van a ladrar a su paso” del más grande fiscal, con agallas, determinación y valentía de la región centroamericana, El Fiscal de Hierro, José Rafael Curruchiche.